Home Destacados ¡No la hieras ni con el pétalo de una rosa!

¡No la hieras ni con el pétalo de una rosa!

Mientras los habitantes de la Ciudad Jardín de Colombia alistaban sus mesas para la cena y recibían los primeros abrazos acompañados con deseos de prosperidad para el Año Nuevo, una familia fusagasugueña soportaba el insuperable trago amargo que produce una muerte, más cuando la pérdida del ser querido es el resultado de un hecho violento. En este hogar solo se abrían los brazos para recibir el sentido pésame y palabras del consuelo que quizá sea imposible de conseguir frente al cruel hecho.

Era la madrugada del 31 de diciembre, aproximadamente la 1:30 cuando en el interior de una vivienda ubicada en el barrio Pekín de Fusagasugá, se empezaron a escuchar detonaciones.

Alarmados, los vecinos dieron parte a las autoridades policiales de lo que ocurría en la propiedad ubicada sobre la calle 8 con carrera segunda. Media hora más tarde llegarían uniformados para revisar la propiedad.

Al ingresar al inmueble, se encontró a una mujer ensangrentada en medio de la sala de la casa, con una herida a nivel occipital con exposición de material encefálico y otros signos de violencia. Para el momento se mantenía con vitalidad. Murió luego en la sala de urgencias del Hospital San Rafael de Fusagasugá.

Una fuente policial, presente en el sitio, compartió datos extraoficiales a Noticias Café Digital sobre lo que se observó dentro de la vivienda donde ocurrió el hecho.

“Como oficiales hemos visto situaciones de violencia y eventos con resultados desafortunados, pero lo que había dentro de esa casa parecía como que al hombre lo hubiera poseído el mismo demonio. La casa estaba patas arriba y había tiros en varias paredes, parecía como que intentaba cazar a su victima y tuvo intentos fallidos”, narró.

Cuando sacaron a la mujer de aquella vivienda, en puertas y ventanas otros vecinos con las manos en la boca tratando de ocultar su asombro, algunos lloraban y otros regañaban a sus hijos para que se fueran a dormir tratando de ocultarles lo que les parecía un asesinato.

“Todos pensamos que habían matado al señor Rubén Darío. Jamás imaginamos que era el presunto responsable del crimen”, narraron un par de vecinos aun con asombro e incertidumbre al día siguiente.

Año Nuevo con nombre: Rubén Darío Medina Mora

Durante todo el 31 de diciembre no se habló   de otra cosa en ese barrio de Fusagasugá que del señor Rubén Darío Medina Mora, presunto homicida de una mujer cuya identificación no ha sido expuesta y que en medios de maneja con reserva por respeto a sus dolientes.

Los abrazos de Año Nuevo sucedían a la conversación de lo hecho por aquel exmilitar pensionado; a quien le aseguraron una vida de soltería desde hace más de 10 años, pero que también le conocían sus “andanzas”.

Las noticias ya despejarían las dudas de que el infortunado no era él, sino una mujer del barrio La Ladrillera, con quien mantenía relaciones emocionales eventuales.

¿Quién era Rubén Darío?

Desde la óptica de un grupo de vecinos que se atrevieron a comentar con reserva de su identidad, era un hombre “pícaro”, al parecer jamás superaría su comportamiento rudo y obstinado de militar, con aires de supremacía, que sin descredito a la institución, puede “endiosar” a los funcionarios cuya función es proteger al pueblo, no someterlo.

“Su forma de comportamiento se notaba ruda, no sabemos de sus experiencias frente al servicio militar, pero si se notaba un resentimiento profundo y una violencia que quizás no pudo superar el veterano”, comento un vecino.

“Jamás nos imaginamos que fuera capaz de tal cosa. Por su edad sabíamos que era un hombre inquieto con las mujeres, pero de llegar a violentar la vida de una mujer, esas son palabras mayores”, agregó otra moradora del lugar.

Lo que se maneja de información oficial hasta el momento es que el procesado por Feminicidio Agravado, alegaría a la Fiscalía General de la Nación, que la víctima fatal “no era mi pareja, solo nos veíamos ocasionalmente y ese día nos encontramos para estar juntos y porque le entregaría un dinero, yo la ayudaba con plata”.

Aunque el verdugo está en manos de la Justicia, junto a él todo el elemento de prueba que lo incriminan, se espera que en los sucesivos se confirme su traslado a una cárcel de máxima seguridad en la ciudad de Bogotá.

 Lecturas

Muchas mujeres en la ciudad de Fusagasugá, donde los casos de violencia al género no merman, se someten al maltrato por hallar en sus agresores ayudas económicas que les permitan solventar sus necesidades más inmediatas, como la alimentación, pago de arriendo y servicios.

Este tipo de violencia es multidireccional, desde los físicos, psicológico, económico, moral y hasta espiritual, toda vez que los violentos conocen de este tipo de dependencias y se aprovechan de ello para amalgamar la agresión sobre sus víctimas.

La mayoría de las agredidas, son mujeres que en este caso no cuentan con la protección del ESTADO y residen en barrios marginados donde los programas sociales son escasos.

Son las mismas mujeres que son renegadas de la generación de empleos y subyugadas frente a una cultura machista que no les suma oportunidades de empoderamiento y crecimiento.

¿Qué hace falta?

Siendo Fusagasugá una de las ciudades del país, que, sin ser capital de departamento, tiene indicadores elevados de violencia contra la mujer, la generación del políticas públicas y rutas inmediatas de atención ha de ser una tarea inmediata para este año 2023.

Durante los primeros tres años de la actual Administración Municipal, se han enarbolado campañas de lucha contra la violencia a la mujer y al género, sin embargo, los avances han sido mínimos y a las estadísticas remitidas, se necesita de mucho más aplomo en las dependencias.

La promoción de la información se reduce a los canales institucionales, esos que se pierden frente a una sociedad de consumo de información situada en los medios tradicionales o privados, ello nos permite presumir que falta más inversión en propagandas a favor de la “no violencia contra la mujer y en ninguna de sus manifestaciones”.

Este año, el Concejo de Fusagasugá estará presidido por una mujer, la honorable concejal Yoly Reyes Carrillo, de quien se esperan grandes avances junto a sus compañeras Raquel Edith Páez, Martha Isabel Molano y Bibiana Vargas.

¡Para que casos con este no se repitan en el territorio, hay una gran tarea que realizar y necesita del esfuerzo y compromiso de todos!

#YoMeSumo #NoMasViolencia #NiConElPetaloDeUnaRosa

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